martes, 14 de febrero de 2006

eL dÍA dE saN vaLeNtíN


pues resulta que, aunque suene un poco cochino, papá y mamá se quieren mucho todavía y por eso se dan picos de vez en cuando.

y por eso este año han decidido celebrar el día de san valentín para romper un poco la monotonía. bueno, en realidad lo ha decidido mamá, porque papá dice que es una fiesta consumista, y que qué más da, si le puede hacer regalos cualquier otro día del año.

pero mamá le ha dicho que sólo se acuerda de que la quiere cuando necesita que le metan el bajo de los pantalones, y que para regalos, parece que sólo existen los cumpleaños. y que además llevan mucho tiempo en secano. que yo esto no lo entiendo muy bien, porque hace poco que ha llovido, y el abuelo riega las plantas del jardín para que no se sequen.

el caso es que papá, que odia lo de comprar y, sobre todo, lo de gastarse dinero porque es un poco rata, ha puesto una condición, que los regalos sean artesanales, que nada de comprar en tiendas. a mamá le ha gustado mucho la idea, y ha dicho que mejor, que así hay que currárselo más y que lo mejor de todo era que iba a estar personalizado.

así que durante el mes de enero y de febrero, mamá se leyó un montón de libros de ideas de esos que venden en el natura, y se miró en internet un montón de páginas sobre manualidades. yo la veía un poco rara, porque de repente se ponía a revolver en la basura en la calle, como los mendigos, o en casa se ponía histérica cuando cogías un papel o la botella para tirarla a la basura.

claro que por mí mejor, porque así podía guarrear la casa sin miedo a que me regañara. yo estaba feliz, aunque nuestra casa estaba empezando a parecer un poco el país de los cerdos. pero es que ya ni la abuela se atrevía a limpiar por miedo a las broncas de mamá.

entonces por fin llegó hoy, el catorce de febrero, que se supone que es el día de san valentín, el día de los enamorados, y como es día de trabajar (porque, claro, no todos se enamoran), papá y mamá esperaron a la cena para darse los regalos.

y mamá empezó otra vez a estresarse, y a cocinar cosas raras de esas asquerosas, que comemos una vez al año, y hacer una tarta guay de postre, y a poner velitas por todos lados. además, me mandó a la cama, así, con todo el morro, sin haberme leído el cuento de por las noches, y a los abuelos también, aunque ellos son mayores que ella y en teoría no los puede mandar como a mí.

pero yo me levanté sin hacer ruido, y les espié por la rendija de la puerta, para ver qué pasaba. la cena fue un poco rollo y casi me duermo, si no fuera porque mientras estuve intentando oir qué decían. sólo sé que las caras que ponía papá eran un poco raras cada vez que comía la cosa esa. incluso creo que dijo algo así como "ven, bonito, ven, bis, bis, bis", como llamando al gato. y eso que no tenemos. a lo mejor quería llamar al gato de Belén, la vecina de en frente de nosotros.

y ya cuando terminaron el primer plato (que puag, qué asco, porque se pegaron un montón de morreos como en las pelis americanas), mamá se preparó para sacar su regalo. y así, con mucha ilusión, se lo dio. papá lo abrió y después de darle vueltas, le dijo a mamá que muchas gracias, que se notaba que lo había hecho ella, y que lo pondría en la mesa de su trabajo. mamá le dijo que qué significaba que "se notaba que lo había hecho ella", que le había costado un montón terminarlo y que le habían costado muy caros los materiales. que era la primera vez en su vida que había hecho una máscara y que incluso había ido a un taller de una semana para que la enseñaran. y que nunca había hecho una cosa de manualidades, sin contar con las del cole (que yo no sabía que mamá había sido pequeña alguna vez y que había ido al cole, así que supongo que hará muchos años de eso). también le dijo a papá que, ya que los carnavales estaban cerca, que esperaba que la estrenara en ellos.

papá puso una cara así, como de valor, y dijo que sí, cariño, que se la pondría en carnaval, que era muy bonita, de verdad. aunque yo creo que como mucho se la pondría en el baño después de ducharse, que es cuando hace payasadas, porque alguna vez le he pillado. y le dio un beso a mamá muy fuerte y le miró así, seductoramente, como el hombre en la peli esa de casablanca que le da por ver al abuelo todos los viernes.

entonces mamá le dijo que qué había hecho papá para ella. y papá le dijo que metiera la mano debajo de su camisa. y mamá le tocó la barriga y el pecho, pero sacó la mano vacía. mamá le dijo a papá que no encontraba nada. papá le dijo que mirara bien, y que metiera el dedo en el ombligo. mamá dijo que le dolía la cabeza y que ya sabía por dónde iba, pero que ella creía que iba a aguantar al menos hasta el postre.

papá le dijo que no fuera tonta, que lo hiciera, que se estaba confundiendo. y al final, mamá lo hizo, y sacó una pelusa del tamaño de una pelota de tenis. y le dijo a papá que a ver si se duchaba. papá le dijo que ese era su regalo, que llevaba sin ducharse desde ayer por la noche para que la pelusa creciera. y que la había hecho él artesanalmente y de modo especial para mamá, que papá recordaba que a ella, de novios, le gustaban esas cosas tan raras. papá le dijo que si no era bonito recordar así los viejos tiempos.

total, que mamá se puso a llorar como una magdalena, mientras papá la intentaba consolar como podía. hasta que al final le dijo que anda, tonta, vamos a fumar. y fumaron el cigarro ese gordo que huele como a hierba del campo, y se metieron en su habitación.

yo me fui a la mía, pero no pude dormir mucho, porque la cama de mis padres, que debe de estar un poco vieja, no paraba de hacer ruido. así que no pegué ojo en casi toda la noche. papá y mamá debían de haber dormido muy bien porque, además de no tener ojeras al día siguiente por la mañana, mamá le hizo zumo de naranja a papá, y papá le hizo tostadas a mamá.

así que no sé cómo lo hacen. debe ser el angelito de san valentín, que hace magia y arregla las cosas. yo, por si acaso, he decidido que de mayor no voy a celebrar san valentín, y menos con regalos hechos a mano y artesanales.

7 cosas que dice la gente:

... dijo...

Pues que quieres que te diga, me pareces una buena copia de "El pequeño Nicolás".
Pero sigue así. Tienes talento y ganas, y algún día encontrarás la originalidad.

Anónimo dijo...

La de cossa raras que se ven cuando uno es pequeño... :P

Muy buena tu vision del dia de San Valentin.

Anónimo dijo...

yo creo que hasta mi prima que tienes 4 años escribe mejor que tu.

Anónimo dijo...

Tú mamá poniendo todo el romanticismo y la carne en el asador y tu papá la desidia y el sentido práctico. Ahora los regalos están bien: una máscara para tu padre (oye no querrá mami en el fondo cambiar de papá) y una pelusilla incubada en lo más íntimo y recóndito de papi....pero ¡nada mejor que un buen petardo para olvidarse de máscaras, pelusillas y días de san valentines a la carta!

Anónimo dijo...

Mientras Chupetina espiaba a sus padres cuando se regalaban las pelusas de los agujeros de sus cuerpos, ¿nadie se ha preguntado a qué estarían jugando la abuela y el abuelo? Imaginen, si son valientes!!! XDDDDD

Arcangelve dijo...

No me dio tiempo de leer tu relato pero de seguro sera interesante como siempre!! Pero si vi la imagen y solo puedo opinar "Que donde estas el arquero para darles mi felicitaciones por matar a ese tipo" :))

Berberecho Productions dijo...

Bueniiisima la foto!