lunes, 21 de agosto de 2006

mI TíA cHïchA


volver a madrid es un rollo, sobre todo después de haber visto la playa, que mola mucho. así que estuve unos días llorando y dándoles la tabarra a papá y a mamá. entre eso y que yo creo que a papá y a mamá se querían quedar solitos, como en sus tiempos jóvenes de novios, mandaron a los abuelos al pueblo y a mí con mi tía chicha (que se llama luisa, pero como de pequeña conseguí quedarme agarrada durante diez minutos a un michelín suyo, todos la empezaron a llamar chicha).

lo bueno es que resulta que mi tía chicha vive en tenerife. así que fui en avión con una azafata muy maja hasta allí (aunque yo creo que le metió algo raro al biberón, porque fui durmiendo sin parar hasta que llegué). en el aeropuerto estaba mi tía chicha esperándome. aunque es bajita, es muy fácil verla aunque haya mucha gente, porque siempre va vestida de forma rara. por ejemplo, cuando fue a recogerme llevaba una camiseta de esas de señora mayor, con un collar con bolas rosas que parecían albóndigas mutantes, unas gafas de sol de cristian dios de los chinos, un pareo fucsia muy largo y unas chanclas de esas doradas con brillantes de esos de "bratz-haz- tus-joyitas". así que parecía una medusa atómica o algo así.

pero todo eso no importa cuando voy y me abraza, porque está blandita y es como un oso de peluche gigante. además, sus besos no son babosos, como los que me dan los amigos esos de mamá y papá.

la tía chicha es muy maja, porque siempre que voy con ella me da todo lo que quiero, y comemos pizza y espaguetis y pollo. y no comemos espinacas ni bacalao y me compra un montón de helados y bollos. además, íbamos todos los días a la playa, y por la tarde me llevaba a la feria con los castillos hinchables y la noria. así que estas vacaciones molaban más todavía que las de benidorm.

pero lo más genial de todo, fue cuando estaba intentando morderle el pie a otro niño (mi amigo nuevo de la playa). el niño, que era muy rubio y hablaba raro, el pobre, empezó a señalar con el dedo el mar. y entonces pasó como en las pelis de piratas. resulta que había una barca llena de gente muy alta y muy negra, que estaba llegando a la playa. yo no sabía si eran pajes-espía del rey baltasar que pasaban inspección a todos los niños, o eran como los de madrid, que venden pelis y música en el top manta.

yo por si acaso salí corriendo a donde mi tía, que estaba ya un poco del color de los cangrejos, la desperté y la enseñé la barca que ya había varado en la playa. mi tía se puso en pie de un salto y cogió mi bocadillo de mortadela con aceitunas, las patatas fritas sabor berenjena, la botella de agua, las toallas, y me dijo que me fuera con ella. entonces unos hombres y unas mujeres con camisetas blancas y una cruz roja empezaron a ayudar a bajar a los hombres, a una mujer y a un niño de la barca. y también más gente como nosotros se acercaron a ellos. un hombre de los de la barca salió corriendo muy rápido. y los demás, se tiraron a la arena. algunos se quedaron como muertos, y otros estaban como muy cansados.

el caso es que mi tía, cogió y, sin mi permiso, le dio todo el agua a uno, ¡y hasta mi bocadillo de mortadela con aceitunas y las patatas! que yo me quedé sin saber qué hacer mientras el hombre ese se lo bebía y se lo comía todo. yo le pregunté a la tía chicha si conocía a ese señor de algo, y la tía me dijo que me callara y que le pusiera una toalla encima, que se veía que tenía frío. yo no entendía muy bien por qué, si hacía un calor que no veas, pero le hice caso a mi tía, porque nunca le había visto así de rara.

y así estuvimos con el hombre aquel hasta que se lo llevaron los de la camiseta con la cruz roja, junto con los demás. luego mi tía chicha me contó que esa gente eran personas que venían de un país muy lejos en áfrica, y que querían llegar a europa porque en su país todo el mundo pasaba mucho hambre porque no podían trabajar para ganar dinero, como hacen mamá y papá. yo le pregunté a mi tía chicha que, si venían para trabajar aquí y quedarse mucho tiempo, por qué no traían maleta.

y la tía me contestó que porque no tenían nada, así que se vienen con lo puesto. que bastante que han podido llegar a la barca, que muchos se quedan por el camino. entonces se me ocurrió que por qué no venían en un barco normal, que arrivara al puerto, o en avión, que era más rápido. y mi tía me contestó que porque no podían entrar de manera legal, porque no les dejaban. así que pagaban a unos señores que les cobraban incluso más de lo que les costaría un viaje en avión normal, por montar en esa barca supercutre y poder entrar sin que les pidieran el carné ni nada. pero que el viaje era muy largo y pasaban hambre, sed, calor y de todo, y que había que lo menos que se podía hacer era ayudarles cuando llegaran.

así que entendí por qué me había quedado sin bocadillo de mortadela, sin patatas y si agua. es más, había vivido una aventura superguay, como las de los reporteros de guerra. y cuando llegara al colegio, lo primero que iba a hacer con mi banda de bb kings sería requisarles todos los bocadillos a los niños en el recreo, llenar todas las mochilas de agua, coger todos los babis de todos los niños, y llevárselo a la profe, para que organizara una excursión a tenerife y pudiéramos ayudar todos a esas personas que vienen de lejos. la profe, que siempre me está echando la bronca, seguro que se iba a sentir muy orgullosa de mí.

7 cosas que dice la gente:

Anónimo dijo...

Me gusta tu blog.

Gracias por pasar por mi fotolog.
Ve haciendo la maleta que nos marchamos de Gaza...
Nos vemos en El Líbano.
Un beso, compañera de viaje!

Anónimo dijo...

Como me he divertido leyendote...que buen lugar para pasarse un buen rato!!
felicidades...

Anónimo dijo...

Yo me apunto a esa excursión a Tenerife con bocadillos, mochilas llenas de agua y babis, pero como niña, no como profa.
Por cierto, saludos a tu tía Chica, digo... ¡Luisa! :D

Anónimo dijo...

Cómo mola tu Tía Chicha!! Habrá que perdonarle su look super fashion, porque, mínimo, tiene el corazón de oro ;-)

El ser humano nunca termina de sorprenderme. Y con lo que está pasando estos días, la respuesta de las personas, me alucina. Ay, si aprendieran nuestros políticos, ¿eh?

Anónimo dijo...

¡Olé tu tía! :)

Unknown dijo...

La pena es que los pobres, cuando no les mandan de vuelta a su país, se quedan en el nuestro sin papeles, deambulando por las calles, sin trabajo, sin un sitio donde poder dormir... que no sé cuál de las dos opciones es peor. De todas maneras no te desanimes, Chupetina, que está en vuestras manos, en las manos de los niños, (las nuevas generaciones) cambiar esta triste situación.

Un abrazo, muy bueno el post!!

marianomatulich@hotmail.com dijo...

lección de vida se llama lo de la chicha.

y tienes suerte....la has aprendido a edad temprana ...