viernes, 11 de enero de 2008

La sÜPeRprOfE

en el cole, siempre nos han dicho que tenemos que hacer caso a los mayores. y en casa también, y en todos los sitios te repiten la misma canción.

lo que no nos han contado es qué pasa si no lo haces.

resulta que parece que cuando te haces mayor, como todo el mundo sabe, te haces raro y no hay quien te entienda. pero mientras llegas, pues pasas por distintos momentos. y eso se nota mucho con los niños mayores, esos que tienen trece o catorce años. cuando uno llega a esa edad, parece que te da rabia saber que te vas a volver más tonto y más raro de lo que eras antes, cuando eras un niño normal y corriente. así que te vuelves un pegón y un macarra. por eso los de mi clase y yo, les tenemos un poco de miedo y procuramos no encontrarnos con ellos. lo que no sabía, es que se hacen los valientes y se atreven a meterse con todo el mundo.

así que ayer, en el recreo, estábamos todos como siempre, jugando tan tranquilos. bueno, estábamos un poco apiñados porque estaba lloviendo y nos teníamos que meter debajo del porche. el caso es que, de repente, oímos mucho jaleo y muchos gritos y, claro, fuimos corriendo a ver qué pasaba.

- ¡te vamos a matar z...ra! (no pongo la palabra entera, que es una palabrota).

y en cuanto llegamos, pues ya sabíamos quiénes eran. los que gritaban y decían esas cosas feas eran los quintana, que eran dos del cole que eran primos, y que habían formado una banda con diez amigos y se dedicaban a meterse con la gente cuando se aburrían.

- ¡al "tano" no le suspendes tú, hija de la gran...!

y veíamos a un montón de profes haciendo de barrera entre ellos y la profe, que tenía cara de circunstancias y de estar un poco cagada. la verdad es que no era la primera vez que pasaba. pero es que, al parecer, aunque nosotros pegáramos a un mayor, ellos no nos pueden hacer nada, porque nosotros les denunciamos y entonces a ellos les llevan a la cárcel para siempre. y, claro, los quintana ya se sabían el truco, y estaban aprovechando porque habían suspendido a uno de ellos.

últimamente ya no se metían con nosotros, y se metían con los profes, que no les podían echar, ni regañar, ni castigar, ni nada de nada. dicen los psicólogos y la gente importante, que si nos hacen algo de esto nos traumatizan y luego de mayores acabamos más locos todavía. aunque no sé por qué, porque yo creo que esos niños mayores ya están locos como una cabra.

pero entonces, paso algo diferente. llegó de no sabemos dónde una señora, con una capa y con todo ajustado marcando músculo, como superman o batman, y con un letrero en el pecho que decía: "superprofe".

uno de la banda de los macarras se dio cuenta:

- ¡eh, mirad a esa tía de ahí! ¡de dónde c...ño se ha escapado!

y entonces se giraron todos y uno de los quintana dijo:

- jod...r, ¡vamos a enseñarle, tíos!

y se fueron todos para allá. entonces, la superprofe les paró con una mano y les preguntó:

- a ver, chicos, con la violencia no se va a ninguna parte, ¿seguro que queréis seguir así?

y, claro, le contestaron una soez tal que así:

- jod...r, encima huevona, ¿qué c...ño está diciendo? jod...r, primos, vamos a enseñarle a dónde llegamos.

y, bueno, se acercaron a él con cara de pocos amigos. cuando llegó el primero, el superprofe le cogió por el cuello del niqui y lo mandó al techo del colegio. los demás se quedaron un poco parados, pero siguieron, esta vez todos juntos. entonces la superprofe empezó a lanzar por las mangas libros que les daban en la cabeza, mientras decía: "chicos, a ver si así os entra la cultura".

la mayoría acababan por los suelos, pero todavía algunos se levantaban, sobre todo los quintana, que tenían muy malas pulgas, y volvían a la carga. pero la superprofe lanzó una mano que se convirtió en pizarra llena de logaritmos neperianos, oraciones con análisis sintácticos y autores de filosofía que brillaban con colores de neón como si fueran deshechos radiactivos. cuando lo vieron los de la banda, se cubrieron los ojos con las manos mientras gritaban "¡oh-no, oh-no, qué p...ta mierd... es esta!"

los que habían caído en el primer ataque de los libros, se levantaron otra vez. así que la superprofe cogió y covirtió su capa en un babi, que los envolvió y, como abrochó los botones automáticamente, los dejó inmovilizados. después tosió y escupió mocos verdes y malolientes para envolverlos y que no se movieran.

todos empezamos a aplaudir a la superprofe y a gritarle que viva, y que bravo. pero la superprofe simplemente dijo: "chavales, estudiad mucho y haced caso a vuestros mayores" y desapareció. ni siquiera se fue volando, que queda más bonito y elegante para un superhéroe.

hoy parece que los quintana y su banda estaban más tranquilitos. pero todavía nadie se cree lo que pasó ayer.

besos babosos

6 cosas que dice la gente:

Clodovico dijo...

Waw! en mi insti de quinquilleros tambien habia una superprofe que ponía a los macarras bien derechitos, es que hay gente que ha nacido para ser profe ;)
Besines!

el_Vania dijo...

Ya no existe el respeto y la educación en las aulas. Antes, en mi época de EGB (que acabé en el '89) los profesores imponían y acojonaban cuando la clase se "desmadraba".
Ahora cualquier mocoso puede llevar una "sirla" escondida y darte un disgusto.
Mano dura!!
Salud/OS!

Anónimo dijo...

Da miedo saber que la edad es un arma contra la educación y los mayores. No estoy a favor de la violencia en las aulas, en ninguno de los sentidos, pero come esto continúe así, tendrán que poner a un poli en cada colegio. Si, a miedo saber que los menores te pueden meter en la cárcel simplemente diciendo que les has pegado o que les has tocado. Aun que sea mentira.
Feliz año nuevo… Si, ya sé que estamos a 14 de enero, pero ya sabes, ando muy mal de tiempo, como siempre ;)

Besos babosillos.

ROSA dijo...

Pues en mi cole hubiera faltado alguien así...

Anónimo dijo...

En todos los coles ha habido siempre unos Quintana, en mi cole eran los hermanos Pino, pero destacaban porque eran los únicos. Ahora es algo normal encontrarte chavales así.

Supongo que se trata de una fase del ciclo que siempre evoluciona en espiral.

Desde aquí, un grito de ánimo a todos los profes (y profesionales relacionados) con vocación!!!

pepillo grillo dijo...

En mi época, cuando enttraba el profe a clase nos poníamos todos de pie y gritabamos: buenos días, al capullete pero muy respetado profe. No es para tanto, pero tampoco que pase lo de hoy en día.

Saludines desde La Maquineta