nÏ LöCoS Ni bAJitôS

ya está bien, he decidido que el mundo tiene que saberlo. parece que ser niño es muy fácil, que no tenemos que hacer nada y preocuparnos de nada, ¡pero es mentira! y no, no voy a hablar de si tenemos que hacer siempre lo que nos mandan o comer verdura todos los días.

voy a hablar de lo difícil que es ser pequeño, bajito, enano, estaturapléjico o como lo queráis llamar. porque los niños lo somos, no como los mayores que, claro, como ya nacéis mayores, no os dais cuenta de lo que es. el serrat ese que no para de escuchar la abuela (se lo pone a humphrey también) se creía muy gracioso con su canción.



porque claro, si eres mayor, llegas a las estanterías de las cajas de cereales y a las chuches en el super, pero si no, pues se lo tienes que decir a mamá o a papá, y no puedes meterlas al carro sin que te hagan preguntas tontas.

y para qué voy a hablar del váter de los trenes, sobre todo si eres niña. porque claro, si eres niño, pues sacas el pito, te pones de pie al lado de la taza, y haces pis. pero si eres niña, no tienes ningún tubito para que puedas apuntar y que vaya el pis a donde tú quieras sin moverte. qué va. te tienes que sentar en la taza. pero claro, mamá dice que si te sientas en una taza de un tren o de un bar o de sitios que no son tu casa, puedes coger cualquier cosa, además de que es un asco porque está todo lleno de gotitas, que las otras también se lo saben, y no se sientan.

entonces claro, mamá se pone de pie, agacha un poco el culo, y hale, atina dentro de la taza (como mamá lea esto de ella, le da un pasmo). pero claro, yo soy bajita, estaturapléjica, y si de pie no llego, agachándome menos. así que mamá me obliga a poner los pies encima de la taza, y que lo haga así. en un bar, puede ser divertido, pero en un tren, todo se mueve, la taza se mueve, el que mea se mueve, el chorro se mueve y, claro, si el chorro se mueve, pues te mojas, y no mola nada mojarse con el pis. además, parecer un perro meando tampoco mola.

luego cuando vas al parque de atracciones, si mides menos de lo que pone ahí, no te dejan montar en nada, sólo en las cosas para pequeños, que son un rollo, porque se creen que somos tontos, y no te ponen lupins, ni coches de choque rápidos, ni nada. sólo cosas que van despacio o montañas rusas de mentira, y norias llegan a la altura de la mano de tu madre. ni siquiera puedes potar al de abajo porque, claro, van tan despacio que no se te mueven ni las pestañas ni la tripa.

después está el cortilandia. yo creía que el cortilandia sólo nos gustaba a los niños. pero debe ser que a los mayores también, y además no lo disimulan. así que se ponen todos allí y les da igual que seas estaturapléjico. así que al final sólo ves piernilandia, piernas de gente que te aplastan. o culolandia, depende, porque a veces hay mayores más bajitos que otros. así que cuando este año les he dicho a papá y a mamá que no quería ir a verlo, se han mirado y han dicho: "por fin se nos está haciendo mayor". y no, porque si me estuviera haciendo mayor, querría ir, porque sería más alta y no vería sólo piernas. en la cabalgata de los reyes me da más igual, porque si te pones en primera fila, no pasa nada, sólo que te dé un caramelo en el ojo. pero si no te da, puedes cogerlo, chuparlo, y volverlo a tirar, porque la gente se pelea aunque sea un caramelo brillante porque está chupado con un montón de babas frescas.

después están las sillas de los restaurantes y de los cines. porque como no alcanzas a la mesa o a ver la peli por encima de la cabeza del de en frente, pues te ponen un cojin o un taco. y son muy incómodos. en el cojín a veces es difícil mantenerse quieta, y lo bueno es que, si no me gusta la comida, puedo hacer como que se me cae. con el taco ves la peli por encima de la cabeza del señor, pero se queda el culo duro. una vez le dije a mamá que si me podía poner dodotis para ir al cine, porque claro, así el asiento estaría más blandito, y el lunes cogió y me llevó corriendo al psicólogo a ver qué me pasaba. y el psicólogo dijo que yo tenía celos de un hermanito imaginario, y que mamá tendría que abortar de ese hermanito. entonces mamá se tiró un mes entero llorando y se fue a otra psicóloga, que le dijo que no me pasaba nada.

total, que ser estaturapléjico no mola. a ver cuándo hacen una ciudad en la que los niños no tengamos que subirnos a las tazas del váter ni a las sillas para coger las cosas interesantes, que siempre están lejos y muy arriba.

besos babosos