rËmeDioS cÔnTra La cRisIs

resulta que todo el mundo sólo habla de la crisis, y están todos agobiados. pero yo creo que exageran, y que lo dicen por decir, porque ya se han puesto a solucionar el tema.

y seguro que les funciona, porque cada vez veo a más gente así por la calle. todo empezó hace un poco de tiempo, cuando vi a una chica mayor sentada, y se le veía la raja del culo porque los pantalones le quedaban bajos, pero yo creía que le habían timado y le habían vendido unos pantalones de los chinos que estaban mal hechos.

pero resulta que luego vi a un chico mayor que se agachaba y también enseñaba la raja del culo. y encima sus pantalones eran de marca. esta vez iba con papá, y le dije que mirara. papá refunfuñó que qué horterada, que dónde vamos a llegar (ya empieza a decir algunas cosas como el abuelo). pero cuando le pregunté que qué era eso, me dijo que parecía tonta, que eso era que se les veía la hucha.


y yo entonce entendí por qué le vi la hucha a aquellos chicos, y al señor que iba por el parque con sus dos hijos pequeños, y a la hija de la otra señora, y a la vecina que tenemos al lado, y al señor con bigote del quiosco, y a muchos chicos mayores del cole, que ahora llevan el pantalón del uniforme como si no tuvieran cinturón.

¡no es la raja del culo, es la hucha! enseñan la hucha para que la gente meta monedas y así tienen más dinero y no notan la crisis. pero claro, si todo el mundo enseña la hucha, ¿quién mete el dinero? también he encontrado la solución a esa pregunta.

y es que, claro, enseñar la hucha es difícil, porque parece la raja del culo, y hay que atreverse. además, se enfrían los riñones. entonces sólo la enseñan los que se atreven y no les da miedo que se les enfríen. los otros, pues no, pero a lo mejor sueltan alguna moneda.

y como entiendo que cuanto mayor es uno, mayor vergüenza tiene que pasar, tiene que haber unos precios ya y todo. yo iba a probar a ver qué tal, pero cuando me puse los pantalones a la mitad del culo, papá me dijo que mientras viviera en esa casa, tendría que salir a la calle estilo monja, me gustara o no. así que me quedé con las ganas (de salir así, no de ser monja, que eso no tengo muy claro de qué va).

pero como yo estaba decidida a investigar, le pregunté a un chico mayor de mi cole, que es muy simpático y siempre dice cosas graciosas, que yo no entiendo, pero sus amigos sí porque siempre se ríen. entonces se rió con mi pregunta, y me dijo que tenía razón, pero que no había una lista de donativos según el personaje, que la podía hacer yo si quería, y colgarla en internet para que todo el mundo la conociera y la siguiera.

así que después de pensar un rato, he llegado a esta conclusión:

* chica mayor: 50 céntimos. porque es joven y siempre van con minifalda y eso, así que están medio acostumbradas.

* chico mayor: 30 céntimos. vale, no hay paridad de esa, pero es que da un poco de asco verles así la hucha a los chicos, con los pelos y todo. lo malo es que para eso, habría que meter como mínimo, una moneda de 20 y otra de 10, y a lo mejor no les molan dos monedas, y preferirían que fuera una de una vez.

* papá con niños: 1 euro, porque debe de estar muy necesitado para ser un señor papá y enseñar la hucha.

* mamá con niños: 1 euro. aquí sí hay paridad de esa (pero no de paridas, eh?).

* vecina con rulos: 2 euros. porque si no lleva la bata de siempre por enseñar la hucha, tiene mucho mérito.

* vecino con pelo blanco: 2 euros. porque también tiene mérito si ha decidido llevar la camisa por fuera para que se le vea la hucha. todo el mundo sabe que los señores con pelo blanco van con camisa, chaqueta, y pantalón con raya.

* señor gordo con bigote: 3 euros. porque al ser gordo, su hucha será más grande. y al tener bigote, seguro que tiene más pelo. y tiene mucho mérito pensar que alguien va a meter algo ahí.

bueno, la lista ha quedado así. no sé si se me olvida algo, o si es justa o injusta, pero como nadie me dice nada, la dejo así.

besos babosos.

Actualización: hoy he intentado meter una moneda de mi paga por la hucha de la vecina, y me ha dado tal grito que me he quedado sorda. papá y mamá están preocupados porque no los oigo cuando me llaman para cenar. después, cada vez que me he encontrado con la vecina, se ha puesto las manos en el culo y no me ha dado la espalda nunca, aunque tuviera que caminar hacia atrás.